Blogia
BRACE FOR IMPACT

Muerte de un protagonista

¿Cómo se escribe eso?

No parece fácil: tras 250+ páginas de construcción de personaje, de hacérselas pasar putas, cuando el lector, si todo ha funcionado, está bombeando empatía al papel por las puntas de los dedos, en ese instante ¿cómo se mata a un protagonista sin que todo se vaya a la mierda?

Más jodido aún: ¿hasta dónde se deja pasar al lector/espectador?

Porque no es un sitio al que quiera ir.

Reconozco algo avergonzado que estaba aterrorizado cuando Mel Gibson me metió de lleno en la antológica sesión de tortura de "La Pasión". O cuando Tarantino decidió que era una fantástica idea que acompañáramos a un poli indefenso mientras un pedazo de hijo de puta le rasuraba la oreja.

Todo esto viene a que el otro día topé inesperadamente con una resolución ejemplar de este problema narrativo. Lo que sigue es uno de los párrafos finales de una novela de 1954. Estupenda, por cierto.

Ah! Van 10 puntos para el que acierte la obra en cuestión.

Image Hosted by ImageShack.us

0 comentarios